Silent Hill: HomeComing

Llega Silent Hill HomeComing a nuestras consolas, de la mano de Double Helix y distribuido por Konami, para traernos un nuevo episodio de acción y terror. El nuevo juego apela al espíritu de las primeras entregas apostando por la fórmula clásica. Así pues damos con un entretenimiento terrorífico con puzzles, combates y rompecabezas para darle al coco.

Somos Alex Shephard un veterano de guerra traumatizado cuyos sueños se ven contaminados por aterradoras pesadillas. Al llegar a su lugar natal, los ciudadanos están desapareciendo y las criaturas campan a sus anchas.

Esta vez el protagonista responde a lo que le pedimos, no como en los juegos anteriores. El juego mezcla luchas con armas cuerpo a cuerpo con los puzzles y rompecabezas, aunque la mayoría no resultan especialmente desafiantes. En HomeComing todo es oscuridad y por ello alegra tener de nuevo una linterna, aunque no sea de mucha utilidad. Las armas son más abundantes y potentes con gran capacidad de destrucción, algo que está reñido con el espíritu de la saga.


Gráficamente es un videojuego notable por momentos. El modelado de los personajes es muy bueno, especialmente el de las criaturas a las que nos enfrentaremos. En iluminación y escenarios sobresale, aportando veracidad. La interacción con el entorno ha mejorado y el sonido es de sobresaliente, logrando asustar en ocasiones.

Silent Hill HomeComing sale el 26 de febrero para Xbox 360, PS3 (69,95 €) y PC (39,95 €).

El juego es brillante en lo que se refiere a la ambientación y a meternos en la historia; da más de un susto. En jugabilidad es bastante aceptable, se echa de menos una mayor dificultad, pero tiene buenos combates. Si te va el terror te encantará porque es de los mejores de esta generación.

Nos leemos.

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