martes, 15 de diciembre de 2009

The Legend of Zelda: Spirit Tracks - Análisis DS

Aventuras, enigmas, sabiduría y un tesoro jugable, vuelve el pequeño héroe de leyenda, llega Zelda: Spirit Tracks a nuestras DS. Poder, coraje y sabiduría, una de las sagas por excelencia de los videojuegos vuelve a encandilarnos.


Spirit Tracks es la secuela del magnífico Phantom Hourglass. Es un juego de exquisita dificultad, con los puzles mejor elaborados de la saga y un diseño estupendo. Un título duro, de los de antes, de los de atascarse y probar todo tipo de cosas, un juego de los que hacen afición.


La trama es bastante lineal, los buenos son buenos y los malos son malos, aunque igual hay alguna sorpresilla... En conclusión, el bien contra el mal pero con mucho humor. Por supuesto somos Link, el maquinista del reino. Entonces aparece el malvado Maquivelo, destroza la Torre de las Almas y se lleva a Zelda, anunciando la resurrección de Malhadus. Y ya no contamos más que es mucho mejor descubrirlo uno mismo.


La princesa de Hyrule ha perdido su cuerpo, pero no su espíritu, que nos sigue por todas partes, dándonos pistas y ayudándonos en la Torre de las Almas, que cumple la función del Templo del Rey del Mar en Phantom Hourglass. Es decir, el lugar que contiene la clave del juego y que deberemos visitar una y otra vez. Por lo menos esta vez no hay límite de tiempo y no tenemos que pasar dos veces por el mismo sitio...

No nos libramos de los guardiantes fantasmas, que esta vez podrán tener cuatro habilidades (fuego, teletransporte, capacidad para rodar...) y en los cuales podremos meternos para manejarlos a nuestro antojo. La esencia de la serie continúa vigente incluso con novedades como un vórtice para crear ráfagas de aire, un látigo o un báculo mágico. Ah, y una Flauta Terrenal, con la que tocar música mientras soplamos a través del micrófono.

Pero el verdadero protagonista es el tren. Crucial para avanzar en la aventura, consta de un utilísimo cañón y la posibilidad de transportar tanto a materiales como a personas. Aunque la trama es bastante lineal, hay muchas tareas secundarias, como encontrar las 20 insignias, comprar postales, recibir correos, atrapar conejos, llevar pasajeros en nuestro tren...

En cuanto al multijugador contamos de nuevo con el Modo Duelo, para un máximo de cuatro jugadores, ya presente en el juego anterior y en el cual tendremos que lograr el mayor número de gemas de poder. Otra opción es Trueque, donde intercambiar tesoros con otros usuarios. En el plano visual es un título continuista pero con pequeñas mejoras.

Zelda: Spirit Tracks ya está disponible para Nintendo DS.

Uno de los mejores juegos de la franquicia. Un título complicado y muy bien hecho que da pena terminar. La magia de la serie perdura, Zelda está viva.



Nos leemos.

1 comentarios:

Closto dijo...

Vaya, pues a mí me pareció muy simple, fácil y decepcionante. Al PH le reconozco un control original y un uso de las dobles pantallas novedoso en la franquicia, pero a éste, lo mire por donde lo mire, no le veo nada bueno. Y sigo diciendo que un tren (y un Link maquinista) es algo que jamás habría concebido un tren por Hyrule. De hecho, sigo sin creérmelo.

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